martes, 1 de agosto de 2006

Felicidad y Paz

- Los nueve métodos de cultivar una actitud mental que nos llene de felicidad y paz:

1º. Llenemos nuestra mente de pensamientos de paz, de alegría, de optimismo, de esperanza en buenos resultados para el futuro, y de recuerdos amables de la vida pasada. No olvidemos que nuestra vida y nuestro comportamiento son la obra y el fruto de nuestros pensamientos. Como sean nuestros pensamientos así será nuestro modo de obrar.

2º. No tratemos nunca de pagarles a nuestro enemigos con la misma moneda con la que ellos nos han tratado. Eso nos hace daño a nosotros mismos. Quién se esfuerza por no vengarse se libra de muchas tristezas, pero quien no perdona y no olvida, se está castigando con ello a sí mismo. No perdamos ni un minuto recordando los males que nos han hecho.

3º. En lugar de preocuparnos por la ingratitud de la gente, considerémosla como algo totalmente común, habitual y corriente.

4º. Recordemos que "es mejor y produce más felicidad el dar que el recibir". Por eso en vez de esperar gratitudes, dediquémonos a prodigar favores y amabilidad y buen trato.

5º. No olvidemos que la gratitud es una cualidad que hay que cultivar y hacer crecer. Por eso enseñemos a nuestros jóvenes y a las personas con las cuales tenemos influencia, a demostrar gratitud y agradecimientos siempre y en todas partes.

6º. Haga la lista de los bienes que ha recibido, y de las cosas buenas que le suceden cada día. Pero no se dedique a hacer la lista de sus males y de las cosas desagradables que la van llegando, porque eso le amarga y no le hace ningún bien.

7º. No nos dediquemos de tratar de imitar a los demás. Seamos nosotros mismos. Querer ser lo que es el otro es tratar de repetir inútilmente lo que ya existe. En cambio cada uno de nosotros somos una persona irrepetible y esa es nuestra riqueza y originalidad.

8º. Cuando la vida diaria nos lance a la cara un limón amargo, tratemos de convertirlo en una agradable limonada.

9º. Olvidemos nuestra propia infelicidad tratando de darle un poco de felicidad a otros. Cuando nos proponemos a hacer felices a los demás, con ello estamos aumentando también nuestra propia felicidad.

* Fragmento de texto tomado del libro "Como vencer las preocupaciones" de D. Carnegie y E. Sálesman.